IMRT (Radioterapia de Intensidad Modulada)

La radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés) es una modalidad avanzada de radioterapia de alta precisión que usa aceleradores lineales de rayos X controlados por computadora para administrar dosis de radiación precisas a un tumor maligno o áreas específicas dentro del tumor. Dicha modalidad de tratamiento permite que la dosis de radiación se conforme con mayor precisión a la forma tridimensional (3D) del tumor mediante la modulación (o el control) de la intensidad del haz de radiación en varios volúmenes pequeños.

El IMRT hace posible enfocar dosis más altas en regiones dentro del tumor, al tiempo que minimiza la exposición a la radiación en órganos cercanos al área afectada. El tratamiento se planifica cuidadosamente con la ayuda de imágenes tridimensionales de Tomografía Computadorizada (CT-Scan), imágenes de Resonancia Magnética (MRI) o Pet-Scan del paciente, junto con cálculos computadorizados de dosis para determinar el patrón de intensidad que mejor se adapte a la forma del tumor.

En general, las combinaciones de múltiples campos de intensidad modulada provenientes de distintas direcciones del haz producen una dosis de radiación individualizada que aumenta al máximo la dosis al tumor, a la vez que minimiza la dosis para los tejidos normales adyacentes.

Debido a que con el IMRT la proporción de dosis al tejido normal respecto a la dosis al tumor se reduce al mínimo, se pueden administrar dosis de radiación más altas y eficaces, con menos efectos secundarios en comparación con las técnicas de radioterapia convencional. El IMRT también tiene el potencial de reducir la toxicidad del tratamiento, aún con dosis no aumentadas.

Actualmente, el IMRT se utiliza, para tratar el cáncer de próstata, de cabeza y cuello, así como del sistema nervioso central. El IMRT se ha usado, también, en situaciones especiales para tratar el cáncer de seno, de tiroides y de pulmón, así como tumores gastrointestinales, ginecológicos y ciertos tipos de sarcomas.

La radioterapia, incluyendo el IMRT, evita que las células cancerosas se dividan y crezcan, lo que hace más lento o detiene el crecimiento del tumor. En muchos casos, la radioterapia logra matar todas las células cancerosas y, de este modo, se reduce el tamaño o elimina el tumor.