Se puede considerar a la radiología digital como el mayor avance tecnológico en sistemas de imágenes de uso médico de la última década. En pocos años, la película fotográfica para rayos X podría caer completamente en desuso. Una analogía apropiada y fácil de entender es la substitución de las cámaras fotográficas tradicionales por las cámaras digitales. Las imágenes se pueden obtener, borrar, modificar y, a continuación, se pueden enviar a una red de computadoras.

Los beneficios que aporta la radiología digital son enormes. Mediante esta técnica se puede llegar a prescindir completamente de las placas de Rayos X convencionales. El médico que ordenó el examen puede ver en su computadora la imagen que solicitó, e incluso emitir un informe pocos minutos después de haberse realizado la imagen. Las imágenes ya no se guardan en un único lugar, sino que varios médicos situados a kilómetros de distancia las pueden ver simultáneamente.